En las representaciones sociales del Imaginario Colectivo existen polaridades de la emoción. Para hablar del tema, abordaremos dos casos, el de las feministas y el gay pride .
En el caso de las feministas, cuyas manifestaciones han sido rechazadas por una gran parte del Imaginario Colectivo, son en realidad manifestaciones conductuales diferentes ante el mismo origen del dolor social. Las mujeres se manifiestan por el rechazo y la agresión de las que han sido objeto y que deben tolerar, de este modo, toleran las agresiones que tanto critican, que no son más que las mismas que ellas manifiestan en las conductas anárquicas de un sector de las mismas. ¿Cómo se puede explicar este evento tan contradictorio? De manera simple, rechazando la agresión desde el dolor que te genera, pero al mismo tiempo la impotencia de sentir esta frustración y este dolor interno, del cual “no me puedo liberar y que siento que nadie entiende, me hace manifestarlo del único modo que me enseñaron: con agresión. Entonces mis conductas son un espejo de las conductas del agresor en mi vida ”. Las dos conductas son un reflejo, la una de la otra.
En el caso del orgullo gay , las conductas que lo originan son las mismas necesidades de ser aceptados por un mundo, que por demás los rechazó, discriminó y agredió. En el caso de muchos homicidios a trans y homosexuales se podría pensar como el mismo acto de feminicidio, cargados de crueldad y ejecutados por el simple hecho de ser trans o gay, razón por la que se justifica la carga de crueldad y de odio. En el orgullo gayy en el mes del orgullo, la comunidad LGBTI en el mundo se manifiesta, revestido de un exhibicionismo poco pudoroso y con una exacerbación de las características de este grupo, como un modo de agresión social. Pero lo importante de este discernimiento sería entender porqué el Imaginario Colectivo rechaza las manifestaciones feministas con dureza y una firmeza impresionante, mientras que celebra y disfruta la celebración del orgullo gay como festín de extremos comportamentales socialmente reprobables en otros momentos. El desnudo se vuelve natural y aceptado, los bailes eróticos forman parte del propio desfile, la fiesta y los excesos están aceptados.
¿Dónde están las diferencias?
Se encuentran en las polaridades emocionales que se provocan en el Imaginario Colectivo. Mientras los desfiles feministas son impredecibles y vienen cargados de miedo y de misterio ante lo que sucederá; los desfiles del gay pride se esperan con expectativa de gran fiesta y desenfreno emocional, al que se le puede dar salida, so pretexto de la necesidad de aceptación de otro ser humano (LGBT) al cual apoyaré, siempre y cuando sea divertido y, al mismo tiempo, me permite revivir mis más oscuros deseos inconscientes no satisfechos, desde mi inconsciente profundo, con el perfecto pretexto.
De esta manera, el rechazado y frustrado es otro, yo solamente coopero a la celebración con mi más oscuro e inconsciente secreto del deseo reprimido .